En las residencias y demás centros que atienden a personas dependientes y discapacitadas es frecuente que se produzcan conflictos, de mayor o menor intensidad. Saber afrontarlos constituye un reto para el que los profesionales de atención sociosanitaria deben estar preparados. La formación impartida en el Taller de Empleo de Atención Sociosanitaria tiene como base el hecho de que los conflictos no hay que evitarlos, sino abordarlos ya que suponen una oportunidad de cambio y de aprendizaje que conviene aprovechar.
En muchas ocasiones la incapacidad para comunicar sentimientos de modo adecuado así como la insuficiente inteligencia emocional provoca que se produzcan comportamientos conflictivos. Al producirse el conflicto durante el desarrollo de una actividad se altera la normal convivencia del centro y se impide el normal funcionamiento del grupo. Ante ese tipo de conducta, es necesario tomar medidas pensando no sólo en la aplicación sanciones sino en el aprendizaje que puede adquirirse del incidente que haya dado origen al conflicto.
Es conveniente recabar todos los datos que rodean al incidente para saber el origen del mismo. Preguntar a “testigos”, a cuidadores, a monitores… Analizar el contexto en el cual se producen los hechos…Si se abordan las causas es más probable que se prevenga un posterior conflicto. Si todas las partes ven atendidas sus necesidades es más probable que las medidas adoptadas sean sostenibles en el tiempo y supongan un aprendizaje.
Una vez adoptadas las medidas es preciso hacer un seguimiento de las mismas para comprobar hasta qué punto esas medidas han sido efectivas. El seguimiento nos ayudará a evaluar si las medidas han sido las adecuadas, lo cual constituirá un aprendizaje para todos. En caso de buen comportamiento sería oportuno reforzar a los implicados y también al resto del grupo.