En el curso sobre Síntomas Psicológicos y Conductuales de las demencias, organizado por el IMSERSO, a través del Centro de referencia estatal de atención a personas con enfermas de alzheimer y otras demencias, ha emergido la cuestión del uso de los medicamentos. En este curso se difunden recomendaciones sobre los medicamentos más convenientes según el tipo de síntomas que presentaba cada paciente o persona a cuidar. Un medicamento puede tener un efecto terapéutico como frenar la agitación, pero también puede provocar una peor deambulación lo cual aumenta el riesgo de caídas.

Destacan dos cuestiones: las limitaciones de la efectividad de los medicamentos para frenar no ya la demencia, sino algunos de algunos de sus síntomas y las contradicciones del uso de medicamentos, ya que éstos pueden provocar efectos no deseados que inciden en la decisión del facultativo para no recetarlos.

Antes estos riesgos, se precisa medir con cautela su uso. En algunas ocasiones puede haber contra indicaciones, lo cual inhabilita su prescripción. En otras, pueden provocar efectos adversos como reacciones alérgicas, que constituyen un problema, dolor de cabeza, diarreas o una subida de tensión. Otros efectos no deseados son la tolerancia (necesidad de mayor dosis para generar el mismo efecto), la intoxicación, la dependencia o la sobredosis.

Ante la importancia de conocer estos riesgos, la alumnas del Taller de Empleo de Atención Sociosanitaria se forma para ampliar su conocimiento en cómo administrar los medicamentos y los efectos que pueden provocar, con el objetivo de conseguir una mejor calidad de intervención en una institución de atención sociosanitaria.