Las constantes vitales evidencian las funciones esenciales del cuerpo por lo que es muy importante que estén en valores normalizados. El ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la temperatura y la presión arterial son parámetros que nos dan información sobre nuestro estado de salud. Dentro de los estándares marcados, estas constantes nos indican si existe equilibrio en el organismo y se utilizan para evaluar las funciones corporales más básicas. Las principales variables que pueden alterarlas con la edad, el sexo, el ejercicio físico, embarazo, estado emocional, hormonas, medicaamentos y/o el estado hemodinámico.
El docente del Taller de Empleo de Atención Sociosanitaria a personas dependientes imparte hoy esta materia dada la importancia que tiene para detectar anomalías en el organismo y ponernos en alerta si no están dentro de los parámetros que se consideran normales.
Una lectura normal de la tensión sería 12-14 de máxima -sistólica- y 7 de mínima -diastólica-: mientras que en temperatura más de 38ºC se considera fiebre; entre 11 y 18 sería la respiración por minuto adecuada y entre 60 y 80 mmHg de presión arterial sería el valor normal en adultos.