El lavado de manos es un método preventivo cuya falta de complejidad no debe ser argumento para no considerar la importancia que tiene. Es preciso remarcar que uno de los principales vehículos de infección son las manos por lo que el personal sociosanitario debe lavárselas con frecuencia. Para que el lavado de manos sea correcto deben seguirse una serie de recomendaciones sobre cómo y cuándo realizar el lavado.

Al realizar acciones de higiene personal a personas dependientes el lavado de manos se practicará en más de una ocasión por ejemplo con anterioridad a ponerse los guantes. Tras realizar la acción de higiene personal y quitarnos los guantes según la técnica adecuada, también debamos lavar las manos.

Si entramos en habitaciones diferentes procederemos del mismo modo como paso previo a ponernos los guantes.

En ocasiones se usan antisépticos que no requieren secado y que facilitan la tarea. A raíz de la pandemia se generalizó su uso y se trata de una práctica sin contraindicaciones. El tipo de preparados presentes en el mercado agiliza el proceso, si bien es preciso lavar detenidamente toda la superficie de la piel de las manos.

Genéricamente se recomienda un lavado con jabón neutro y agua abundante. Se desaconseja el empleo de las pastillas de jabón pues pueden estar contaminadas. Se frotan una mano contra otra en un tiempo que oscila entre 20 segundos y 2 minutos. La OMS establece un tiempo para este lavado entre 40 y 60 segundos. Secar con toallas de papel.